lunes, 29 de noviembre de 2010

apéndice al Día 4: sueños y la acumulación del pecado

Otra cosa que me ocurrió en San José fue que apenas terminé parte de las encuestas. En mi mente se hizo la idea de mentir y simplemente multiplicar los resultados y decir que ya había terminado. El consentimiento de tal decisión me hizo casi imposible luchar contra los impulsos de mi ánima que describo en el Dia 4, no fue hasta que me arrepentí que pude seguir la lucha...

Ahora quiero narrar lo soñado anoche. Soñé en diferentes sueños, que era novio de tres chicas. El Primero lo era de Carlota, en el segundo de Martha y en el tercero de Gina.

Los primeros dos fueron tristes, pues no me explicaba la situación, más cuando se muy bien que Carlota y Martha no son mujeres con las que quisiera estar en esos asuntos. Gina en cambio es una de las que veo como posible candidata, aunque al final el sueño no fue tan feliz, pues aparecía un hombre alto y flaco, muy flaco pero muy alto... tan alto que apenas yo le llegaría al ombligo.

El hombre flaco y alto decidió comenzar a molestarme y empujarme y al comenzar a pelear con él, en ese instante el sueño terminó.

Normalmente en mis sueños, diferentes a este, no suelo temer una pelea y suelo ganarla. En este sueño si temía pelear, tenía miedo a mi rival.

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