Los dias que han pasado han sido tristes. Y como siempre, al final uno termina dándose cuenta de que las cosas no han sido del todo malas y que hay mucho bien que rescatar de todo situación.
Por ahora, me limitaré al día de ayer. Comenzó tarde, me levanté y entre las melancolías y demás cosas estuve haciendo poco, sin embargo decidí que necesitaba confesarme y por tanto debería ir a Misa hasta las 5.00pm.
Cuando iba de camino me propuse que al regresar me propondría metas, tiempos y trataría de enrumbar mi vida de nuevo. Hacer tal propósito fue fructífero. En misa me encontré a Martha, no quería compañía, cuando triste prefiero la soledad. Soporté su estar a mi lado, su ayuda al traerme a casa y todo ello. También logré confesarme y desde luego eso trajo consigo la paz y más fuerzas para emprender lo que emprendí.
Vine a casa, hice los interesantes planes y aqui estoy y aqui vamos.
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